HERACLES I

EL SEMIDIOS

Hércules. Steve Reeves

Sus primeros años

Heracles es hijo de Alcmena y Zeus.  Anfittrión es el rey de Tirinto y está casado con la bella Alcmena. Zeus encaprichado de la joven reina, aprovechando la ausencia del marido, toma la apariencia del rey y se acuesta con ella, de la unión nacerá Heracles. Cuando regresa el rey también se acuesta con su esposa, y de este segundo encuentro nace Ificles.

Hércules. S. II d.C. M. Capitolino.Roma

Anfitrión se había exiliado de Argos de donde era originario, y por ello Zeus se jacta de haber engendrado un futuro rey de Argos. Hera, la esposa divina, se enfada y engaña a Zeus para que formule un juramento a favor del niño que nazca ese día garantizando que será rey. La celosa diosa retrasa el parto de Alcmena y adelanta el de Menipe, así nace un primo de Heracles, Euristeo, que favorecido por el engaño se convierte en rey por encima del propio Heracles.

Pero Hera no está contenta y envía a dos serpientes para matarlo en la cuna. El niño las estrangula con su propias manos. Zeus decide convertir en inmortal a  su retoño, y se lo presenta a Hera para que le de de mamar sin que sepa quien es. La leche derramada por la diosa se convertirá en la Vía Lactea.

Via Láctea. Tintoretto. 1575

El jóven semidios, cuyo verdadero nombre es Alceo, decide cambiarse el nombre para evitar los celos de su madrastra, y pasa a denominarse "Gloria de Hera", es decir Heracles. Recibe instrucción de los mejores maestros, y aprende el manejo de las armas, tiro con arco, pugilato, conducción de carros, y formación cultural y musical a cargo de Lino, quien abusaba de los castigos corporales, y al que Heracles harto, le rompió la lira en la cabeza matándolo en el acto.

Entre sus primeras hazañas se cuenta la cacería de un león que devoraba los rebaños de Anfitrión. La cacería dura 50 días, y  el joven héroe tiene que buscar refugio junto al rey Tespio. No desaprovecha el tiempo Heracles, y se acuesta con las 50 hijas del rey embarazándolas a todas (suponemos que una por noche), y su descendencia serán llamados los Tespíadas.

Ayuda a los tebanos contra los de Orcomeno, y como recompensa recibe a Mégara, princesa de Tebas, con quien se casa, mientras su medio hermano Ificles se  casa con la hermana menor. Pasa el tiempo, y Heracles no se pone al servicio de Euristeo, por lo que Hera le provoca un ataque de locura durante el cual mata a todos sus hijos, y a dos de los de Ificles.  

Vuelto en sí de la locura inducida, acude a purificarse ante su amigo el rey Tespio, pero no le basta. El oráculo de Delfos le ordena ponerse 12 años al servicio de Euristeo. Y así comienzan sus famosos trabajos.

Los doce trabajos

León de Nemea. 490 a.C. Pennsylvania

Primer trabajo: El León de Nemea.
Era un león cuya piel era impenetrable y las flechas rebotaban contra él. Heracles intentó matarlo aplastandolo con su maza, pero fue en vano; y el animal se refugio en su cúbil. El héroe tapó una de las salidas, y entró por la otra. Luchó con la fiera y acabó estrangulándola. Luego la despellejó usando las garras del animal, y a partir de entonces usó la piel como capa. Los dioses acabaron convirtiendo al felino en la constelación Leo.

La Hidra- Vaso etrusco 525 a.C.

Segundo trabajo: La Hidra de Lerna.
La Hidra era una enorme serpiente de numerosas cabezas que volvían a nacer apenas cortadas, y que expelía un vaho mortal. Heracles fue cortando las cabezas con una espada, mientras su sobrino Yolao iba quemando las heridas para evitar que volvieran a nacer. La sangre de la Hidra sirvió para envenenar las flechas del semidios. Hera envió un enorme cangrejo a ayudar a la Hidra, pero el héroe lo aplastó con el pie. El cangrejo aplastado sería recompensado por la diosa haciendolo constelación: Cancer.

El jabalí. 540-520 a.C. M. Mississipi.

Tercer trabajo: El jabalí de Erimanto.
Heracles tenía que llevar vivo un jabalí de gran tamaño que vivía en los bosques de Erimanto. La persecución duró horas. Cuando consiguió que el animal se cansase, saltó sobre él, y lo encadenó. Se lo echó al hombro, y se lo presentó a un aterrorizado Euristeo que se refugió dentro de un enorme caldero. La fama de tal trabajo se extendió e incluso se llegaron a exhibir unos colmillos en el templo de Apolo en Cumas donde presumían que eran de la bestia.

Cierva de Cerinia. 480 a.C. Louvre

Cuarto Trabajo: La cierva de Cerinia.
Era una cierva consagrada a Artemisa que tenía las pezuñas de bronce y los cuernos de oro.  Heracles debía de nuevo entregarla viva, y sin hacerle daño puesto que era un animal sagrado. Para ello tuvo que perseguirla día y noche hasta el país de los Hiperbóreos. Cuando el animal se paró a beber, el cazador le disparó una flecha que pasó entre el tendón y el hueso de las patas delanteras inmovilizándola. Luego se la cargó sobre los hombros y la entregó a su primo. En el templo de Artemisa Enoatis alardeaban de poseer la cornamenta del animal.

Aves Estinfalides. E. Maxence. 1893

Quinto trabajo: Las aves del Lago Estínfalo.
Eran unas aves de pico, garras y plumas de bronce que atacaban a hombres y ganado. Heracles agita unos címbalos de bronce, regalo de Atenea, y consigue que levanten el vuelo. Luego las derriba con sus flechas envenenadas con la sangre de la Hidra, aunque las supervivientes huyen hasta el mar Negro donde volverán a encontrarlas los argonautas (Ver Oileo).

Otra interpretación afirmaba que las Estinfálides eran las hijas de un tal Estifalo, quien se había negado a darle hospitalidad al propio Heracles,  y en cambio si había recibido a sus enemigos. Por ello el héroe lo había matado, y sus hijas habían sido transformadas en aves.

Establos de Augias. J.P Shiozawa. 2009

Sexto trabajo: Los establos de Augías.
Augias era rey en la Elide, donde poseía un enorme  rebaño de vacas muy fértiles e inmunes a enfermedades. Pero sus establos nunca se habían limpiado, y esto hacia que sus dominios estuvieran cubiertos de estiércol impidiendo el cultivo, y apestando las comarcas vecinas. Heracles debía limpiar todo en un sólo día. A cambio Augias le prometió la décima parte del ganado. El héroe desvió el curso de dos ríos  y completó la tarea en un día. A pesar de ello Augías se negó a pagar (ver Augías)

Toro de Creta. Zurbarán. 1634

Séptimo trabajo: El Toro de Creta.
Era el toro del cual había concebido Pasifae al Minotauro. Minos de Creta se había negado a sacrificarlo y por esa razón su esposa había desarrollado un inusual deseo por el animal. Luego este toro enloquecido por Poseidón recorría la isla de Creta echando fuego por las narices y asolándolo todo a su paso. Heracles lo capturó vivo, y se lo llevó a Micenas. Euristeo quiso consagrarlo a Hera, pero la diosa lo rechazó. El toro fue puesto en libertad, recorrió media Grecia, y acabó en la llanura de Maratón donde lo encontró Teseo (ver Teseo).

Yeguas de Diomedes. G. Moreau. 1870

Octavo trabajo: Las Yeguas de Diomedes.
Diomedes rey de Tracia, hijo de Ares, poseía cuatro terribles yeguas que se alimentaban de carne humana. Heracles consiguió que devoraran a su dueño, luego de lo cuál se volvieron mansas. Heracles las unció a su carro, y las llevó a Micenas donde quedaron consagradas a Hera. Se decía que las yeguas se habían comido a Abdero, un amigo del héroe, y que éste fundó una ciudad en su honor. Allí en la nueva ciudad, Abdera, se celebraban Juegos en honor al amigo de Heracles, pero estaban prohibidas las carreras de carros.

Heracles e Hipolita.L.Matielli. Viena 1728

Noveno Trabajo: El cinturón de Hipólita.
Euristeo para regalárselo a su hija Admete, le pide a Heracles que le consiga el cinturón de oro de la reina de las amazonas. Heracles reúne a un grupo de héroes, entre los que se encuentra Yolao, Teseo y los hijos de Deimaco (ver Autólico, Flogio y Deileonte). Llegan a Escitia, región donde viven las amazonas, y capturan a su reina. A cambio de la libertad de Hipólita se hacen con el cinturón con el que regresan a Micenas. En otras versiones la reina no es Hipólita sino Melanipa. También los autores difieren sobre el destino final de la reina de las amazonas.

Hércules y Gerión. Sarcofago de Perge. S.II

Décimo trabajo: Los Bueyes de Geriones.
Geriones o Gerión era un monstruo de tres cabezas que poseía un numeroso rebaño de bueyes en la isla de Eriteya, más allá del río Océano, al occidente del mundo conocido. El rebaño era cuidado por el pastor Euritión y su perro Ortro. Heracles tiene como misión robar los bueyes. Para atravesar el Océano tuvo utilizar como barca la Copa de Oro del Sol, con la que el dios se trasladaba por la noche de occidente a oriente. Heracles amenazó al sol con sus flechas, se hizo con la barca, y llegó a la isla. El pastor y su perro atacaron al semidiós que terminó a mazazos con ellos. Mientras embarcaba los bueyes fue atacado por Gerión, al que derribó a flechazos. Al final bordeando las costas de Italia, y tras librarse de distintos ladrones de ganado, llegó de nuevo a Micenas con su botín.

Cerbero. P. Ligorio. 1552. Bomarzo

Undécimo trabajo: El Can Cerbero.
El perro tenia tres cabezas y una serpiente por cola, y Hades lo había puesto de guardián de las puertas de acceso al mundo de los muertos. Euristeo ordena que Heracles lo traiga a su presencia. Se enteró el héroe de que Hades se lo dejaría sacar si conseguía dominarlo sin usar armas.Tras realizar los ritos pertinentes fue guiado por Hermes, con el dios entra en los Infiernos, donde se encuentra a diversos personajes y antiguos conocidos, libera a algunos prisioneros y tiene que abandonar a otros. Se presenta ante Hades quien le da permiso para llevarse al can. Luego de un forcejeo con el animal consigue apresarlo, lo presenta a Euristeo, y  después se lo devuelve a su dueño.

Hércules. Jardín de las Hespérides. M. Palfy. Valencia.

Duodécimo trabajo: Las Manzanas de Oro del Jardín de las Hespérides. 
El último trabajo consiste en traer las manzanas de oro, regalo de bodas de Gea a la diosa Hera, que esta plantara en un jardín en los confines occidentales de la tierra. El jardín estaba custodiado por unas ninfas, las Hespérides, y un dragón de cien cabezas, Ladón. El viaje y aventuras del semidiós en busca del jardín es largo y complejo, pero desemboca finalmente en la meta deseada. En lugar de robar el mismo las manzanas, pide a Atlante que las robe a cambio de sujetarle un tiempo la bóveda del cielo. El gigante se hace con las manzanas, pero se resiste a volver a su lugar, engañado por Heracles vuelve a sujetar la bóveda,  momento que aprovecha el de Tirinto para hacerse con las manzanas y huir. Luego de presentarlas a Euristeo, Heracles devuelve los frutos a su jardín. En otra versión es él quien roba las manzanas y mata al dragón  que pasa a convertirse en la constelación conocida como la Serpiente.