Glauco y Escila. B. Spranger. 1850 |
Glauco es un pescador beocio, también se le considera hijo de Antedón y de Alcíone, incluso del dios del mar Poseidón y de una nayade.
"Se detiene aquí Escila, y segura de su posición, ignorando si Glauco es un monstruo o un dios, se maravilla de su color, de su cabellera que le cubre los hombros y la parte inmediata de la espalda, así como de que el extremo de sus ingles viene a fundirse en un sinuoso pez. Se dio él cuenta, y, apoyándose sobre un peñasco que se erguía en las inmediaciones dijo: No soy un portento ni una bestia salvaje, muchacha, sino un dios del agua, y no tiene Proteo mayores derechos que yo sobre el mar, ni Tritón, ni Palemón el hijo de Atamante. Sin embargo antes era yo un mortal, aunque, visiblemente destinado a las ondas profundas, ya entonces tenía en ellas mis actividades. Pues unas veces tiraba de las redes que tiraban de los peces, y otras, sentado en una roca, blandía la cuerda con la caña."(Ovidio. Metamorfosis)
Fuera cual fuera su origen, Glauco come una hierba muy especial, una hierba que le otorga el don de la inmortalidad. Tras contemplar como sus peces capturados al posarlos sobre un prado volvían a la vida, y saltaban arrojándose al mar. Glauco prueba la hierba.
"Y con la mano arranqué aquel pasto y arrancado, lo mordí con mis dientes. Apenas había mi garganta terminado de deglutir aquel jugo misterioso, cuando noté que mis entrañas se agitaban dentro de mí, y que mi corazón estaba siendo atraído por el ansia de otra naturaleza" (Ovidio. Metamorfosis)
Antes de su trasmutación en monstruo marino por el consumo de las hierbas, el humano Glauco acompaña a los argonautas en su expedición, aunque Apolonio difiere en esa cuestión.
En la versión en la cuál Glauco navega con los argonautas, es él, y no Argos quien construye la nave y además la pilota. Durante una batalla naval entre los argonautas y los etruscos cayó al mar, y es Zeus quien lo convierte en una divinidad marina, y le dota además del don de la profecía, que enseña entre otros a Apolo.
El precio de la inmortalidad es caro, y Glauco va transformándose poco a poco. su barba y su melena se van haciendo verde oscuro, adquiriendo el color de las algas marinas, y sus piernas mutan hasta quedar convertidas en una cola de pez. Imposibilitado ya de vivir sobre tierra se arroja al mar donde acaba convertido en una divinidad marina, una vez que fuera purificado de su parte humana por Océano y Tetis, que realizan los ritos bañándolo con diferentes aguas (100 ríos) tras pronunciar nueve veces una letanía.
"Entonces vi por primera vez esta barba, verde como de herrumbre, y mis melenas que voy barriendo por los mares inmensos, mis hombros enormes y brazos azules, y las piernas, curvadas en su extremidad formando un pez con aletas". (Ovidio. Metamorfosis)
Convertido en dios se aparece a varios héroes en su deambular por el mar, según Apolonio a los propios argonautas; y también a Menelao durante su regreso de Troya. En la versión de Apolonio, es Glauco, ya como divinidad marina, quién les aconseja olvidarse de Heracles. Polifemo e Hilas.
"Pero del rugiente mar surgió a su vista Glauco, muy sabio interprete del divino Nereo. Emergiendo su rizosa cabeza y el pecho hasta sus flancos, tendió su robusta mano sobre el costado de la nave, y gritó a los agitados héroes:
¿Por qué, en contra de la voluntad del gran Zeus, persistís en conducir al fuerte Heracles a la ciudad de Eetes? Su destino es realizar en Argos con fatiga todos sus doce trabajos a órdenes del cruel Euristeo. Y habitar como familiar de los Inmortales, cuando cumpla los pocos restantes. Así que no sintáis nostalgia de él. Del mismo modo a Polifemo le está destinado fundar, junto a los afluentes del Cíos, una famosa ciudad de los Misios y acabar su destino en la tierra ilimitada de los Cálibes. Por otra parte a Hilas por amor una diosa ninfa le ha hecho su esposo, a él por cuya causa andan errantes y abandonados.
Dijo, y se sumergió bajo las incesantes ondas. A su alrededor el agua de oscuros reflejos cubrióse de espuma, agitada en remolinos, y el flujo del mar batió con chasquido la cóncava nave." (Apolonio de Rodas. El viaje de los Argonautas)
En ocasiones se ha dicho que de él nace la famosa sibila de Cumas, aunque se conoce más sus amores no correspondidos con Escila y Ariadna.
Enamorado de Escila, que lo rechaza por su nuevo aspecto, acude a Circe para que le ayude en sus amores, pero la maga está enamorada de Glauco, y le conmina a olvidar a la joven. Cuando éste se niega; Circe furiosa prepara unas hierbas que mezcla en el lugar donde se baña la joven Escila que queda convertida ella también en un monstruo de cintura para abajo.
"Mas, ¿de qué me sirve esta figura, de qué el haber sido grato a los dioses marinos, de qué el ser un dios, si a ti nada de esto te importa? Mientras así decía, y aún se proponía seguir hablando, abandonó Escila al dios; se enfurece éste e irritado por el desaire se dirige a la morada hechiceril de la Titánide Circe." (Ovido. Metamorfosis)
En honor al extraño dios marino cuyo nombre viene a significar verde claro o mejor azul verdoso se bautizó a un curioso molusco: el glaucus atlanticus.
"Se detiene aquí Escila, y segura de su posición, ignorando si Glauco es un monstruo o un dios, se maravilla de su color, de su cabellera que le cubre los hombros y la parte inmediata de la espalda, así como de que el extremo de sus ingles viene a fundirse en un sinuoso pez. Se dio él cuenta, y, apoyándose sobre un peñasco que se erguía en las inmediaciones dijo: No soy un portento ni una bestia salvaje, muchacha, sino un dios del agua, y no tiene Proteo mayores derechos que yo sobre el mar, ni Tritón, ni Palemón el hijo de Atamante. Sin embargo antes era yo un mortal, aunque, visiblemente destinado a las ondas profundas, ya entonces tenía en ellas mis actividades. Pues unas veces tiraba de las redes que tiraban de los peces, y otras, sentado en una roca, blandía la cuerda con la caña."(Ovidio. Metamorfosis)
Glauco y Escila. J. Dumont 1726. Troyes. |
"Y con la mano arranqué aquel pasto y arrancado, lo mordí con mis dientes. Apenas había mi garganta terminado de deglutir aquel jugo misterioso, cuando noté que mis entrañas se agitaban dentro de mí, y que mi corazón estaba siendo atraído por el ansia de otra naturaleza" (Ovidio. Metamorfosis)
Antes de su trasmutación en monstruo marino por el consumo de las hierbas, el humano Glauco acompaña a los argonautas en su expedición, aunque Apolonio difiere en esa cuestión.
En la versión en la cuál Glauco navega con los argonautas, es él, y no Argos quien construye la nave y además la pilota. Durante una batalla naval entre los argonautas y los etruscos cayó al mar, y es Zeus quien lo convierte en una divinidad marina, y le dota además del don de la profecía, que enseña entre otros a Apolo.
El precio de la inmortalidad es caro, y Glauco va transformándose poco a poco. su barba y su melena se van haciendo verde oscuro, adquiriendo el color de las algas marinas, y sus piernas mutan hasta quedar convertidas en una cola de pez. Imposibilitado ya de vivir sobre tierra se arroja al mar donde acaba convertido en una divinidad marina, una vez que fuera purificado de su parte humana por Océano y Tetis, que realizan los ritos bañándolo con diferentes aguas (100 ríos) tras pronunciar nueve veces una letanía.
"Entonces vi por primera vez esta barba, verde como de herrumbre, y mis melenas que voy barriendo por los mares inmensos, mis hombros enormes y brazos azules, y las piernas, curvadas en su extremidad formando un pez con aletas". (Ovidio. Metamorfosis)
Convertido en dios se aparece a varios héroes en su deambular por el mar, según Apolonio a los propios argonautas; y también a Menelao durante su regreso de Troya. En la versión de Apolonio, es Glauco, ya como divinidad marina, quién les aconseja olvidarse de Heracles. Polifemo e Hilas.
"Pero del rugiente mar surgió a su vista Glauco, muy sabio interprete del divino Nereo. Emergiendo su rizosa cabeza y el pecho hasta sus flancos, tendió su robusta mano sobre el costado de la nave, y gritó a los agitados héroes:
¿Por qué, en contra de la voluntad del gran Zeus, persistís en conducir al fuerte Heracles a la ciudad de Eetes? Su destino es realizar en Argos con fatiga todos sus doce trabajos a órdenes del cruel Euristeo. Y habitar como familiar de los Inmortales, cuando cumpla los pocos restantes. Así que no sintáis nostalgia de él. Del mismo modo a Polifemo le está destinado fundar, junto a los afluentes del Cíos, una famosa ciudad de los Misios y acabar su destino en la tierra ilimitada de los Cálibes. Por otra parte a Hilas por amor una diosa ninfa le ha hecho su esposo, a él por cuya causa andan errantes y abandonados.
Dijo, y se sumergió bajo las incesantes ondas. A su alrededor el agua de oscuros reflejos cubrióse de espuma, agitada en remolinos, y el flujo del mar batió con chasquido la cóncava nave." (Apolonio de Rodas. El viaje de los Argonautas)
En ocasiones se ha dicho que de él nace la famosa sibila de Cumas, aunque se conoce más sus amores no correspondidos con Escila y Ariadna.
Enamorado de Escila, que lo rechaza por su nuevo aspecto, acude a Circe para que le ayude en sus amores, pero la maga está enamorada de Glauco, y le conmina a olvidar a la joven. Cuando éste se niega; Circe furiosa prepara unas hierbas que mezcla en el lugar donde se baña la joven Escila que queda convertida ella también en un monstruo de cintura para abajo.
"Mas, ¿de qué me sirve esta figura, de qué el haber sido grato a los dioses marinos, de qué el ser un dios, si a ti nada de esto te importa? Mientras así decía, y aún se proponía seguir hablando, abandonó Escila al dios; se enfurece éste e irritado por el desaire se dirige a la morada hechiceril de la Titánide Circe." (Ovido. Metamorfosis)
En honor al extraño dios marino cuyo nombre viene a significar verde claro o mejor azul verdoso se bautizó a un curioso molusco: el glaucus atlanticus.
Glaucus Atlánticus. |
La verdad, me cuesta trabajo distinguirlo de Nereo. Por un momento pensé que sería el capitán licio que en la Guerra de Troya intercambió armadura con Diomedes.
ResponderEliminarComo argonauta es difícil considerar su "canon", ya que si era el constructor del Argo... y su timonel...
Hay varios Glaucos en la mitología, y la verdad es que se confunden, incluso los propios autores se lían con ellos. Éste parece más bien un personaje secundario en la leyenda de los argonautas, alguien que muere de forma absurda, cayéndose por la borda o así, que luego se crea toda una leyenda en torno a su transformación en divinidad, o algo aún más trágico, un sacrificio humano para aplacar las tempestades. Para acabar de liárlo aún más tiene elementos sacados directamente del antiquísimo mito sumerio/acadio de Gilgamesh , el Heracles sumerio.
EliminarJajaja he leído en la entrada anterior lo del hijo de Aquiles (12 años) como requisito para conquistar Troya xDD
ResponderEliminarMe gustaría saber qué cara pondrían:
a) Los griegos cuando Heleno les dijo eso (que lo mismo les estaba tomando el pelo). Llega a pedir un Porsche, y se lo llevan tambien xD
b) El hijo de Aquiles cuando se presentaron Odiseo y Diomedes para llevarselo xD Le dirian algo como "Mira... Disneylandia está muy bien, pero en Troya hay pases gratis. Toma, una espada. Espera, esta mejor pa levantarla, más chiquita" xD
La verdad que un poco "pederasta" sí queda mandar a un niño a la guerra... si no fuera porque Aquiles también era jovencito cuando partió xd
EliminarHay una cosa que... ¿si Jasón se "hizo" visible como embajador en la Cólquida, cómo que Eetes pensó en matarlo? Dicen que cuando le mencionó el vellocino, su idea fue matarlo con los demás, pero la presencia de Medea le detuvo. Supongo que en un reino lejano podría saltarlse la ley, ¿no? Luego ir de embajador por la vida... tenía sus riesgos. Debieron enviar primero a los espías xd
No es tan sorprendente lo de los niños guerreros. La cuestión de la edad y cuando empuñar un arma es más cuestión de época y sociedad que otra cosa. No sólo Aquiles, ya en época histórica personajes como Alejandro y su papa Filipo alardeaban de haber matado a su primer enemigo a una tierna edad. Y hoy mismo en países en Africa con una esperanza de vida en torno a los 34 años y en guerra desde generaciones, los niños no nacen con un pan bajo el brazo, nacen con una kalashnikov.
EliminarTienes razón en lo de los espías, y es posible que si lo hicieran, pero no se mencionara.(Apolonio rehízo el poema) Que Eetes quiera matarlo es más una justificación del posterior robo que otra cosa, aunque lo que tu apuntas también puede ser una razón.
La verdad es que este molusco, responde muy bien a la descripción que hace Ovidio de Glauco en Metamorfosis.
ResponderEliminarMuy acertada la fotografía.
Atalanta.