sábado, 19 de julio de 2014

CALAIS

EL VELOZ
La persecución de las Harpías. E.Quellinus 1630. M. del Prado


Hijo del dios del viento del  Norte, Bóreas, él y su gemelo Zetes son conocidos como los Boréadas. Calais, "el que sopla suave" era especialista en las carreras largas, y lo demostró ganando dicha prueba en los funerales de Pelías. Al igual que su padre, los gemelos son genios del aire, y tienen alas que les permiten desplazarse a gran velocidad. Tienen un papel muy destacado en la expedición de los argonautas de la que forman parte. 

Así nos cuenta Apolonio de Rodas el origen de los gemelos y sus peculiares habilidades en su " El viaje de los Argonautas"

"También Zetes y Calais, los hijos de Bóreas, acudieron. Los había dado a luz antaño en sus amores con Bóreas Oritía, la hija de Erecteo, en lo más remoto de la gélida Tracia. Hasta allí la había llevado el tracio Bóreas desde su rapto en la Cecropia Ática, cuando ella danzaba su baile ante el río Iliso. Y después de llevársela tan lejos, al lugar que llaman la roca Sarpedonia, junto a las corrientes del río Ergino, la sometió a su deseo cubriéndola con negras nubes. Sus dos hijos podían remontarse por los aires agitando a ambos lados de sus tobillos unas alas oscuras con brillantes destellos dorados. ¡Qué gran prodigio el contemplarlo! Y a su espalda desde la cima de su cabeza y sobre el cuello sus negras cabelleras agitábanse, a un lado y  otro, a los soplos del viento".

Cuando Heracles se ve forzado a abandonar la nave Argos en busca de Hilas, son los dos gemelos quienes impiden a sus compañeros que esperen al semidios. Este hecho nunca será perdonado por Heracles, y acabará por ocasionarles la perdición (ver Zetes).

Al llegar los argonautas a Tracia acuden en busca de Fineo para que les facilite información sobre la ruta a seguir para llegar a su destino. Pero el adivino ciego sufre una extraña maldición: unas aves con cabeza de mujer le roban la comida o se la ensucian con excrementos, y el pobre anciano esta a punto de morir de inanición, así que les propone un trato liberarle de las Harpías a cambio de informacíón. Sólo los hijos del viento podrán realizar tal hazaña.

Las Harpías. Fotograma de "Jasón y los Argonautas"(1963)
"Entonces ellos dos se animaron al oír sus juramentos, a protegerle. Pronto los criados hubieron preparado la comida al anciano, última presa de las Harpías. Cerca se colocaron los dos para alcanzarlas con sus espadas, en cuanto se presentaran. Y apenas el anciano había tocado el alimento, cuando como crueles tempestades o como rayos, de improviso surgidas de las nubes se lanzaron con estrépito ansiosas de su comida. Al verlas en medio, los héroes gritaron, y ellas, entre el vocerío, lo devoraron todo y pronto se hallaban volando, muy lejos sobre el mar, mientras allí habían dejado un hedor insoportable. A su vez, en pos de ellas los dos hijos de Bóreas con sus espadas en las manos corrían por igual. Pues Zeus les había infundido un coraje incansable. Decididamente no las seguían sin el apoyo de Zeus, ya que soplaban vientos del Oeste ( el Céfiro) siempre, tanto al salir de casa de Fineo como al volver. Como los perros adiestrados en la caza corren tras el rastro de cornudas cabras o de corzos, y en toda el ansia de la persecución hacen rechinar los dientes en sus mandíbulas en el vacío, rozando la presa, así Zetes y Calais, muy presurosos, las alcanzaban casi con las puntas de sus manos. 

Y pronto hubieran despedazado a las Harpías sin el permiso de los dioses, al alcanzarlas muy lejos, junto a las islas, si no los hubiera visto la veloz Iris, y hubiera saltado desde lo alto del cielo por el éter y los hubiera detenido... "(Apolonio  de Rodas, El viaje de los Argonautas)

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